¡Buenos días, profe! 👋 ¿Cómo estás?
El otro día, viendo la semifinal de la Eurocopa entre España e Italia, encontré una cosa en común entre el fútbol y la educación: la crítica.
Cuando el seleccionador español anunció su lista de convocados para este campeonato comenzaron a surgir por todos lados "expertos" futbolísticos que cuestinaban sus decisiones, atreviéndose incluso a predecir el fracaso del equipo en el torneo europeo.
Conforme fueron pasando las fases eliminatorias, estos expertos y expertas fueron acallando su voz o incluso alabando a Luis Enrique por su valentía y por haber conformado un equipo tan joven y que llegase a semifinales siendo eliminado en una tanda de penalties.
Pues bien, en educación pasa un poco lo mismo. Que si las vacaciones, que si el trabajo en clase es muy fácil, que si trabajas un año y ya tienes planificado el contenido para toda la vida, que si tienes toda la tarde libre y muchos más que sis...
Ahora bien. A todos y todas estas "expertas" de crítica vacía, como en el fútbol, les animaría a entrar en nuestras aulas (que están abiertas a todo el mundo) y vivan junto a nosotros un día en clase y fuera de ella. La preparación, los problemas del aula, la motivación para mejorar, la dificultad para que se comprendan o desarrollen unos contenidos, la formación continua, las lecturas, etc, etc, etc.
Y con esto no quiero decir que no critiquemos, pero que sea justificado y constructivo. Si creemos que lo podemos hacer mejor que otros u otras digámoslo para que ellos y ellas mejoren, pero expliquémos el porqué, cómo lo haríamos y démosle un tono educativo y de ayuda, no destructivo.
Esta reflexión la compartiré por el grupo de Telgram para reflexionar sobre la crítica y la mejora. Además, seguimos compartiendo recursos, ideas, formaciones, etc., y en el que hay una comunidad muy muy chula. ¡Únete al grupo de Telegram!
¡Vamos al lío!
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