Esta mañana hemos enviado a la imprenta los folletos con los libros seleccionados como nuestros favoritos del año, esos que extienden su presencia en ese papel impreso, esos de los que guardamos un gran recuerdo.
Al repasarla bien, hemos caído en la cuenta de que no te habíamos hablado aquí de Tengo miedo torero, la reedición que ha hecho la editorial Las Afueras de la novela del chileno Pedro Lemebel.
Esta mañana también hemos visto en el periódico que el candidato de la extrema derecha ha sido el más votado en las elecciones presidenciales de Chile celebradas ayer.
Así que se ha quedado una buena mañana para leer a Lemebel.
Las malas, de Camila Sosa, fue nuestro libro del año pasado. Es posible que le deba mucho a Tengo miedo torero, publicado en 2001, como este se lo debe a El beso de la mujer araña, de Manuel Puig. La literatura como cadena a la contra, hitos que se reconocen y dialogan entre ellos.
“Si algún día haces una revolución que incluya a las locas, avísame. Estaré en primera línea”, le dice La Loca del Frente a Carlos, un guapo activista mexicano involucrado en un intento de terminar con Pinochet. La Loca es un personaje tremendo: sabiéndose marginada por homosexual y por pobre, tararea cuplés y se acerca a lo revolucionario por amor, trazando un recorrido que late en la obra de Lemebel.
“¿Qué te parecen los hombres marxistas?, le preguntaba la escritora Gabriela Wiener en una entrevista un año antes de la muerte de Pedro (2015). “Demasiado sencillos, las locas proletarias somos más sofisticadas en nuestra miseria. Creamos mundos de papel y fantasías de hilachas tornasol”, respondió. Su hombría era declararse diferente.
Esa era la idea: soñar otro país posible, más justo e integrador con el diferente. Lemebel dedicó a ello toda su energía, su talento en ebullición constante: ficción, crónica, arte, activismo.
Su estilo es deliciosamente barroco, desbordante, plagado de hallazgos poéticos que desfilan por la página sin darse importancia alguna, oral hasta la médula.
Hemos visto hoy una foto de Lemebel posando con su pañuelo pirata en la cabeza, con una media sonrisa y ofreciendo un elocuente dedo corazón a la cámara. Suponemos que esa foto podría resumir la noticia del ascenso de la nueva extrema derecha que es la misma que la vieja en Chile.
Es una de esas novelas piraña: corta, intensa, de mordisco doloroso y tremendamente disfrutable. Aquí la tienes.
Tus libreros te desean una magnífica semana.
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