LOM ediciones recibe Premio Alonso Ercilla 2023

Nos complace contarles que hemos sido galardonados con el premio Alonso Ercilla 2023, por nuestra "contribución al conocimiento y difusión de la literatura chilena". Agradecemos, primeramente, a la Academia Chilena de la Lengua por este reconocimiento a nuestra labor editorial. También, a los autores y autoras que conforman nuestro catálogo. Y a nuestros lectores y lectoras que nos han brindado su apoyo. 

 

Compartimos con ustedes el discurso de agradecimiento de Silvia Aguilera, nuestra directora editorial: 

Señor, Guillermo Soto Vergara, director de la Academia Chilena de la Lengua
Señoras y señores miembros de esta Academia.
Señoras y señores galardonados del año 2023.
Amigas, amigos que hoy nos acompañan, muy buenas tardes y gracias por venir.
Agradezco particularmente las palabras de don Mario Rodríguez para el ofrecimiento de este premio.

En nombre de todas y todos los que hacemos parte de LOM ediciones, agradezco a esta institución el reconocimiento que nos hace con el Premio Alonso de Ercilla, que se otorga a quien o quienes “hayan contribuido de modo relevante al conocimiento y difusión de la literatura chilena”.

La verdad es que nos ha tomado por sorpresa esta distinción, porque ha sido algo completamente inesperado. Y cuando uno se encuentra ante algo inesperado, no sabe mucho qué hacer o qué decir… más que manifestar gratitud. En tal sentido, agradezco a quien o quienes propusieron a editorial LOM para el otorgamiento de esta distinción, y a quienes decidieron ese voto a su favor.

No me detendré aquí a hablarles de aquel mozo Alonso de Ercilla -que en el siglo XXI y en nuestra aldea, sería un joven inexperto y sin familia, ¡y además poeta!- que antes de cumplir los 30 años escribió el poema épico La Araucana, con el que se hizo célebre y eterno. Y no les hablaré de él ni de su obra, porque solo tengo 5 minutos para mi alocución; además, creo que ustedes saben mejor que yo quién fue Ercilla y por qué luego de cuatro siglos le seguimos recordando, evocando e interpretando. Sin embargo, voy a detenerme brevemente en un hecho. La Araucana hacía parte de la biblioteca del Quijote junto a los libros de caballería que, según decían, eran los causantes de haber secado el cerebro del hidalgo. Al momento de pasar por el escrutinio del barbero y el cura del pueblo, que fueron quienes se ocuparon de poner coto a las ideas, historias y autores que Don Quijote había leído, este fue uno de los pocos títulos que escaparían de la hoguera restablecedora de la cordura y el orden.

Esto me lleva a contarles algo sobre el origen de LOM, que nace en 1990, apenas acabó formalmente la dictadura civil-militar. Siendo muy jóvenes, decidimos dar inicio a un proyecto editorial con el propósito de reponer el libro como pilar y soporte de una comunidad que debía dar cuenta de la memoria, la historia y las ganas de recuperar el aliento y potenciar la creatividad, para volver a imaginar y construir una sociedad que se reconociera en una humanidad justa y fraterna.

Nos pesaba saber y recordar que también el libro había corrido una suerte similar a la de muchos hombres y mujeres: fueron perseguidos, encondidos, quemados en hogueras públicas; y el miedo también llevó a encender bibliotecas privadas o a enterrarlas por sus propios dueños, intentando con ello ponerse a resguardo y salvar la vida. Fue el tiempo del horror y la infamia. Nos sentimos entonces con un deber de memoria.

Volvimos nuestras cabezas hacia atrás, para recoger los mundos y anhelos de los primeros pueblos del lugar más austral de la tierra, y tomamos el sol yámana en su vocablo LOM, junto al rostro de aquella mujer que constituye nuestro logotipo, que a través de sus ojos nos advertía de su presente y del devenir. Con esa mirada nos echamos al camino, sintiendo en la piel y en el alma la fuerza de esos espectros, así como la de los marginados, olvidados y vilipendiados de la historia, que han hecho uso de la palabra, oral y escrita, así también de los silencios, para construir puentes, lazos, acercamientos, comunidades, mundos posibles donde la humanidad no solo sea una bella palabra, sino una vida por
vivir.

Con 33 años de andanzas, hemos intentado contribuir a la recuperación de nuestra memoria literaria, cultural y social, así como aportar con nuevas y diversas voces locales, continentales y de otras latitudes que se han incorporado a un catálogo editorial que tiene más de 2 mil títulos publicados.

Claramente los libros, las ideas, la historia, la vida de las y los creadores no podrán ser censurados o exterminados definitivamente, aunque las hogueras y el mal absoluto se ciernan sobre todos ellos. Volverán a florecer en primavera, para seguir imaginando, escribiendo y construyendo mayor y mejor humanidad, que es lo que nuestro planeta pide a gritos.

No tengo más que reconocer y agradecer aquí a las y los autores que hacen parte del catálogo de LOM. Así como a cada una y uno de los miembros del Comité editorial, quienes nos han acompañado por décadas.

Quisiéramos dedicar este Premio a los mapuche, que siguen luchando por la recuperación de sus tierras, su lengua y su cultura.

Dedicamos también este Premio a María Cristina López Stewart, estudiante, poeta, militante por la vida digna y la justicia, detenida y desaparecida el 22 de septiembre de 1974, a los 21 años, y de quien se salvó solo un escrito: El cuaderno azul.

Recorrí el camino
de sol a sol, mañana y tarde,
nadie me ayudó a cruzar los ríos,
ni a subir montañas,
pero estoy casi en la meta,
me detuve en varias ocasiones
a pensar vacilante en la próxima avanzada.
Es peligroso caminar frente a un acantilado,
pero vencí la caída y estoy aquí.

Escrito el 1 de agosto de 1973.

Muchas gracias.