Ayer, mientras tomaba un café virtual con Elena, hablando sobre nuestros proyectos, salud mental y la vida en sí misma, reflexionaba sobre lo mucho que ha cambiado nuestras vidas haber querido compartir con la comunidad las cosas que considerábamos interesantes de esta manera.
Pero siempre queda una duda, un resquemor en el fondo de la cabeza de: "deberías estar haciendo más", "mira lo que están haciendo estos", "¿por qué no habré hecho esto o lo otro?".
Vivimos en un mundo dominado por la opcionalidad, que es exponencial en el caso de este tipo de proyectos. Podrías estar haciendo cientos de cosas.
Y puede que estés haciendo cientos de cosas ahora mismo, esa opcionalidad se puede convertir fácilmente en acciones. Tienes la agenda ocupada, estás haciendo cosas.
Pero estas últimas semanas me estoy preocupando mucho de si esas cosas son las correctas.
Estoy tomando cierta perspectiva de la parte que se ve, que se tangibiliza en cursos, en proyectos, en clases, para pensar en ¿qué indicadores me van a decir que voy por el buen camino?
Es por eso que me gustaría pedir, como tantas veces he pedido - creo que esa es la esencia del proyecto por otra parte - tu opinión, en este caso sobre esta newsletter.
Y puedes hacerlo, respondiendo simplemente a una pregunta, directamente respondiendo al mail:
-
¿Qué te lleva a leer esta newsletter cada semana?
-
Prometo contestar a todas y cada uno de los mensajes. Pero me encantaría saberlo.
|